“No
recuerdo”. “Me remito a la declaración en calidad de testigo”. Esas fueron
respuestas del policía “amigo” del principal sospechoso de la desaparición de
Odalys Vaquiata, a preguntas clave de la Fiscalía. Dijo que los padres de Joel
P. lo contactaron para que indague sobre el caso.
La
“amistad” fue revelada cuando se halló un celular en poder de la pareja de la
madre de 28 años, en la requisa en el Centro de Rehabilitación y Reinserción de
Qalauma, a fines de abril, donde cumplía detención preventiva; por las
infracciones, se lo llevó al penal de Chonchocoro.
Desde
el 30 de marzo, no hay rastros de Odalys, quien ese fin de semana salió de
paseo con su novio al norte del departamento de La Paz. Búsquedas por tierra y
aire, con policías, militares y canes especializados, no han dado resultados
para despejar este misterio que ya lleva 39 días.
Este
miércoles, medios estatales develaron parte de la declaración del policía
implicado ante los fiscales a cargo de la investigación, a quien el martes la
Justicia le negó acceder a un arresto domiciliario. Una de las preguntas clave
incidió en por qué habló sobre la muerte de la joven.
“Por
qué usted refiere en la conversación que mantiene con el usuario Junior de
manera textual ‘que la mina (muchacha) se habría suicidado’, haciendo uso del
término 210”, señala la interrogante de la Fiscalía.
La
respuesta del uniformado es un cortante “no recuerdo”.
De
acuerdo con las pesquisas, hubo al menos tres contactos telefónicos entre Joel
P. y el policía después de la desaparición de Odalys. Más aún, la madre de la
víctima, Mabel Quispe, indicó la anterior semana en Bolivisión que en éstos se
habla inclusive que su hija ya estaría sin vida.
“Tiene
muchas conversaciones (Joel P.), demasiadas, que ya hablan de que mi hija está
muerta, ‘hay que decir que ha sido un suicidio’, ‘lo único que podemos hacer es
pedir que (te) manden a San Pedro y en San Pedro lo vamos a mandar a
Chonchocorito, ahí vas a estar protegido”.
Los
abogados de la familia de Odalys revelaron la anterior semana que el uniformado
no solo guió al principal sospechoso tras su aprehensión, sino que se
comprometió a gestionar su envío a un “sector privilegiado del penal de San
Pedro” y “causó temor” en el investigador del caso.
En su
declaración ante el Ministerio Público, el policía afirma que ya no tiene
conversaciones con Joel P., ya que su celular fue decomisado por la Fuerza
Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC), y dice que “jamás tomaba contacto
con él, yo no”, sino que el enlace eran los padres.
“¿Usted
tomó algún contacto con algún funcionario policial en referencia al caso que se
investiga?”, es otra pregunta. Y el uniformado señala lo siguiente: “Tomé
contacto con la mayor Santander. Yo he trabajado con ella. Pregunté porque los
papás (de Joel P.) preguntaron”.
— ¿Los
papás en cada cuánto le preguntaban del caso?
—
Varias veces preguntaron sobre el caso.
—
¿Cuál de los papás tomaba contacto con usted?
—
Ambos padres de Joel.
— ¿Con
quién más tomó contacto de los funcionarios policiales para averiguar del caso
que se investiga, la desaparición de la señorita Odalys Vaquiata?
— Tomé
contacto con el oficial Aspi Pucho, no recuerdo qué le referí.
—
¿Quién le proporcionó el número de celular del teniente Aspi P.?
— Me
remito a la declaración en calidad de testigo.
—
¿Cuál era el objetivo de averiguar qué funcionarios estarían avanzando en la
búsqueda de Odalys?
—
Pregunté a los funcionarios policiales sin interés alguno. Lo hice por las
preguntas que me realizaban los padres del supuesto sindicado.
Así
transcurrió el interrogatorio fiscal, que fue publicado por la red Unitel. La
declaración del uniformado no arrojó muchas luces sobre el paradero de Odalys,
aunque implica de mayor manera a la familia del principal sospechoso, sobre
todo en cuanto a acceso de información.
El
caso fue declarado en reserva. Y el abogado del policía detenido, Marco
Mostajo, en un contacto con la red RTP, afirmó que Joel P. lo llamó para
preguntarle “qué se podía hacer” tras no hallar a Odalys. Y negó que en algún
momento su defendido dijo que ella está muerta.
Sin
embargo, admitió que el uniformado habló con el investigador del caso, en
“códigos”. “Los policías hablan en código. De que mi cliente ha tenido una
conversación con el investigador, ha tenido una conversación. Los policías
hablan en códigos, desconocemos el significado”.
¿Qué
significa el término 210 que le preguntó la Fiscalía al policía sobre Odalys?
Por ahora, éste “no recuerda”. Así avanza esta investigación plagada de
interrogantes, con dos personas encarceladas. Y con una búsqueda que sigue,
todavía sin resultados, en el norte de La Paz. // Fuente: La Razón